Hay Un Tiempo Para Cada Cosa
El siguiente articulo fue extractado de una revista » Lumen de Lumine del año 1940″
Cuando se suele decir que “ hay un tiempo para cada cosa bajo los cielos “no es que se quiera eludir una respuesta directa , o que se atreva a pronunciar juicio sobre las cosas, sino que realmente , hay un tiempo para cada cosa, y si las oportunidades no se aprovechan , o no se perciben, o en el momento propicio no se había alcanzado el nivel o la madurez indispensable, pasa luego el momento y habrá que conformarse al nuevo estado de las cosas. Cuando llega la primavera y los primeros calores y la brisa hace florecer las plantas, y comienzan a formarse los frutos, y siguiendo el curso de la naturaleza, maduran y dan su utilidad, cumplen su misión en forma, dentro del concierto universal; pero suele haber frutos, en el mismo árbol, que se retardan, o ramas que florecen tardíamente, y cuando ya todas han llegado a la madurez, están recién poniéndose verdes y creciendo ….. y pasada la época, se malogran en el árbol y no encuentran ya en el interior mismo de la planta, en el ambiente externo, la fuerza y los elementos indispensables para continuar creciendo y llegar a la maduración total. No era la planta incapaz de producir, ni es la naturaleza la débil o estéril, pero “hay un tiempo para la siembra y otro para la cosecha” hay un tiempo para la floración y otro para el fruto. Y exactamente lo mismo, aunque no lo sepamos la mayor parte de las veces, y en periodos distintos de tiempo, ocurre con las cosas universales y también con las personales y con las espirituales. Los que se olvidad de si mismos están siempre en el momento oportuno y son flores y frutos en el Tiempo adecuado. Estos también saben ser reposo, pasda la época de la actividad, sin que el reposo quiera decir indiferencia, ni mucho menos muerte, quizá muy al contrario. Nadie ve al gusano que duerme dentro del capullo y sin embargo la transformación en el silencio y la sombra y la quietud aparente, es lo que permite que luego salga la brillante Mariposa. Los esfuerzos realizados en el pasado son las mariposas de ahora, y los esfuerzos de ahora serán las brillantes alas del porvenir, pero hay que dar tiempo al tiempo y ser capaz de trabajar siempre, unas veces en forma visible, como el gusanito y otras en el silencio y la sombra, como la crisálida. Muchos sintieron en sus corazones el llamado y la Vida les proporciono la oportunidad, y la supieron aprovechar; muchos sintieron la Voz, pero quisieron esperar a terminar sus asuntos y luego dedicarse al Señor. Otros no prestaron oídos a pesar que les llegara en el momento oportuno, por medios que El siempre proporciona desoyendo por fanatismo, temor, simple apatía, la Llamada dada en su hora propicia… No podemos juzgar, ni deseamos hacerlo en ningún caso, pero la verdad es que en este momento, ha pasado el tiempo de ciertos esfuerzos y es necesario realizar otros. Hay miembros que estuvieron en la época en que su característica era necesaria y luego se han ido retrotrayendo sin alejarse. No debemos apegarnos a precedentes porque puede que lo que una vez fue necesario y propicio, no lo sea ya nunca más en el futuro. Hay otros que se van compenetrando del Espíritu y entonces se van adaptando a las modalidades de todos los tiempos, saben ser orugas activas, y silenciosas crisálidas y también Brillantes Mariposas, de esos no hay muchos, pero los ¡Hay…! |
El siguiente articulo fue extractado de una revista » Lumen de Lumine del año 1940″
Cuando se suele decir que “ hay un tiempo para cada cosa bajo los cielos “no es que se quiera eludir una respuesta directa , o que se atreva a pronunciar juicio sobre las cosas, sino que realmente , hay un tiempo para cada cosa, y si las oportunidades no se aprovechan , o no se perciben, o en el momento propicio no se había alcanzado el nivel o la madurez indispensable, pasa luego el momento y habrá que conformarse al nuevo estado de las cosas. Cuando llega la primavera y los primeros calores y la brisa hace florecer las plantas, y comienzan a formarse los frutos, y siguiendo el curso de la naturaleza, maduran y dan su utilidad, cumplen su misión en forma, dentro del concierto universal; pero suele haber frutos, en el mismo árbol, que se retardan, o ramas que florecen tardíamente, y cuando ya todas han llegado a la madurez, están recién poniéndose verdes y creciendo ….. y pasada la época, se malogran en el árbol y no encuentran ya en el interior mismo de la planta, en el ambiente externo, la fuerza y los elementos indispensables para continuar creciendo y llegar a la maduración total. No era la planta incapaz de producir, ni es la naturaleza la débil o estéril, pero “hay un tiempo para la siembra y otro para la cosecha” hay un tiempo para la floración y otro para el fruto. Y exactamente lo mismo, aunque no lo sepamos la mayor parte de las veces, y en periodos distintos de tiempo, ocurre con las cosas universales y también con las personales y con las espirituales. Los que se olvidad de si mismos están siempre en el momento oportuno y son flores y frutos en el Tiempo adecuado. Estos también saben ser reposo, pasda la época de la actividad, sin que el reposo quiera decir indiferencia, ni mucho menos muerte, quizá muy al contrario. Nadie ve al gusano que duerme dentro del capullo y sin embargo la transformación en el silencio y la sombra y la quietud aparente, es lo que permite que luego salga la brillante Mariposa. Los esfuerzos realizados en el pasado son las mariposas de ahora, y los esfuerzos de ahora serán las brillantes alas del porvenir, pero hay que dar tiempo al tiempo y ser capaz de trabajar siempre, unas veces en forma visible, como el gusanito y otras en el silencio y la sombra, como la crisálida. Muchos sintieron en sus corazones el llamado y la Vida les proporciono la oportunidad, y la supieron aprovechar; muchos sintieron la Voz, pero quisieron esperar a terminar sus asuntos y luego dedicarse al Señor. Otros no prestaron oídos a pesar que les llegara en el momento oportuno, por medios que El siempre proporciona desoyendo por fanatismo, temor, simple apatía, la Llamada dada en su hora propicia… No podemos juzgar, ni deseamos hacerlo en ningún caso, pero la verdad es que en este momento, ha pasado el tiempo de ciertos esfuerzos y es necesario realizar otros. Hay miembros que estuvieron en la época en que su característica era necesaria y luego se han ido retrotrayendo sin alejarse. No debemos apegarnos a precedentes porque puede que lo que una vez fue necesario y propicio, no lo sea ya nunca más en el futuro. Hay otros que se van compenetrando del Espíritu y entonces se van adaptando a las modalidades de todos los tiempos, saben ser orugas activas, y silenciosas crisálidas y también Brillantes Mariposas, de esos no hay muchos, pero los ¡Hay…! |