Que Sabemos Sobre La Muerte
Esta es una pregunta que siempre esta en el aire y que nos acosa constantemente, pero a intervalos, si nos enfermamos nosotros o un ser querido, viene la preocupación y si pasa nos despreocupamos, es algo que tratamos de tener en la trastienda de nuestra mente.
Algunos buscan refugio en sectas o religiones, Cristianismo, Judaísmo, Hinduismo, etc. que les den una respuesta tranquilizadora a esa inquietud, a esa “preocupación” que tratamos de tener a raya toda la vida, y cuando muere un ser querido lo enterramos con respeto y cuidamos sus restos como si fuera algo sagrado o quizás por miedo a que desde el “ mas allá” nos reproche algo. Otros que no tienen vocación religiosa buscan explicaciones racionales, pero que tampoco dan una respuesta definitiva a este enigma que es la muerte para la civilización actual.
Esta es una preocupación tanto del rico, como del pobre. Cuando la inquietud nos acosa por cualquier motivo que nos saca del corriente vivir, sea una gran preocupación de cualquier índole, una enfermedad, problemas familiares, un amor que se va; todo pierde interés, los negocios no importan, todo deja de tener el sentido trascendental que normalmente tiene para la gente y es lógico que así sea, ya que solo es un medio para vivir. Ahora bien, cuando todo pasa ¿por qué no seguimos en un estado de alerta, como antes del problema? ¿ Porque nos volvemos a dormir en la materia? Esto es porque el ambiente esta continuamente tratando de adormecernos, y vuelve a aparecer el “yo” con todos sus atributos.
Desde el mismo momento del nacimiento, aunque algunos dicen desde el vientre materno, comenzamos a gestar y formar el yo personal, el yo José, Pedro, Maria, Juan, etc. y este “yo”, mantiene la creencia en que somos individuos psicológicos, pero en realidad somos la consecuencia del ambiente en el que nos hemos formado, no hay felicidad, no hay gozo de vivir, todo es una perpetua lucha y la mente se encuentra en el conflicto, sea este religioso, económico o social.
Pero la pregunta continua allí ¿ Hay vida después de la muerte, biológica? Y la respuesta es que si, pero lo que se pregunta es si Mengano va seguir existiendo, como José, Pedro o Maria, pero prestemos atención, acaso José, Pedro o Maria ¿no son algo formados por el ambiente, la sociedad o las religiones? Puede ser alguien moral o inmoral, pero siempre es algo falso, momentáneo, irreal.
Cuando la mente se ve libre aunque por un rato de este conflicto se percibe una unidad trascendental detrás de todo, no es mi “yo”, ni el del vecino, es una expresión eterna de la vida misma detrás de todo, y en ella no existe la muerte, no tiene principio ni tiene fin, entonces si no basamos nuestra existencia en este principio, la muerte nos perseguirá, nos acosara y el miedo será una constante. Si por el contrario basamos nuestra existencia en el principio de la vida misma, ¿ Donde esta la muerte, si no hay un “yo” personal que pueda morir al final del ciclo biológico? Entonces basemos nuestra vida en lo impersonal, trabajemos por la humanidad, pero sin buscar renombre, fama o gloria, solo por el placer de tener un trabajo siempre por delante, un ideal de servicio que se hace por amor al Arte, y allí encontraremos la alegría de la “Fraternidad Universal” el principio universal de la vida y también la manera de vencer a la muerte y ser inmortales.